sábado, 2 de mayo de 2015

¿Quienes fueron los sibaritas?

Los sibaritas fueron los habitantes de la ciudad de Sibari, ciudad de la Magna Grecia, en el sur de Italia.
En el año  721 ac.  Colonos griegos aqueos, venidos del norte del Peloponeso, fundaron la ciudad de Sibari. Al principio se dedicaban a la agricultura y ganadería,  pero la ciudad estaba en un lugar muy estratégico para el comercio, por ser un buen paso entre los mares Jónico y Tirreno. Sibaris se convirtió en una especie de puerto franco a la que afluían riquezas de todas partes. Llegaron las riquezas y con ella el lujo.

Se dice que había canales por toda la ciudad que traían el vino directamente del campo a la ciudad y no se dejaban trabajar a los herreros  y carpinteros por el molesto ruido que producían para tan refinados vecinos.

Existen escritos sobre sibaritas famosos, que destacaban por su excentricidad y refinamiento. Así Séneca hablaba de un tal Mintridades: ““Dicen que en la ciudad de los sibaritas hubo un tal Mintrídades que, al ver a un hombre que cavando levantaba mucho el azadón, se quejó de que este espectáculo le fatigaba y prohibió que semejante faena se hiciese en su presencia; y también se quejó a menudo de irritación de la piel por haberse tendido sobre arrugados pétalos de rosa…”.

Dicen que el refinamiento fue la causa de su perdición y destrucción.  Los sibaritas enseñaron a sus caballos a danzar con la música, creando lo que sería la primera escuela de danza de caballos.  Esto hacía que los desfiles fueran espectaculares con la música y los caballos danzantes.

En el año 510 ac.  Sus vecinos de Crotona (otra colonia griega)  atacaron Sibari. Para hacerlo se informaron bien sobre sus refinamientos, a fin de encontrar una manera fácil de acabar con ellos. Así fue como llevaron una orquesta al campo de batalla. Al sonar la música, los caballos se pusieron a danzar. Los Crotanos ganaron la batalla y destruyeron la ciudad.
Curiosa es la leyenda sobre el origen de Sibaris. Como siempre, los griegos solo les gustaban otros griegos, hombres, naturalmente…

En la Antigua Grecia había un joven muy bello nacido en Delfos llamado Alkioneus. En una gruta de la montaña Kirfis, cerca de Delfos, se encontraba un monstruo llamado Síbaris que sólo salía de su guarida para devorar hombres y rebaños. La población, aterrorizada decidió pedir ayuda al Oráculo quien dijo que sólo se acabaría con el monstruo ofreciéndole un hermoso joven de la ciudad. Y, como no, el elegido para tal sacrificio fue Alkioneus. Cuando lo coronaron y era conducido en procesión hacia la guarida de Síbaris, apareció otro joven muy bello, Euribatos que quedó inmediatamente enamorado de Alkioneus y se ofreció para sustituirle en el sacrificio. Alkioneus, mientas Euribatos se iba hacia la guarida le dijo que jamás podría pagarle el sacrificio que hacía por él y Euribatos cobrando una fuerza y valor de un héroe, se lanzó hacia el monstruo, lo sacó de la gruta y lo lanzó contra una roca destrozándole la cabeza. Entonces, la fiera desapareció y de donde había sido estrellada surgió una fuente llamada Síbaris. Los lorcios a los que pertenecía Euribatos fundaron la ciudad de Síbaris en Italia, famosa por sus riquezas y placeres. A los afortunados moradores de Síbaris se les dio el nombre de sibaritas.

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