Blanco White escribe en sus cartas sobre España en 1798 lo siguiente sobre la Pureza de sangre:
"También existe entre nosotros una distinción de sangre que creo es propia de España. La gran masa de nuestro pueblo lo acepta tan ciegamente que el labriego más humilde considera su falta como una fuente de miseria y degradación que está condenado a transmitir a toda su descendencia. La menor mercla de sangre africana, india, mora o judía mancha a toda la familia hasta la última generación, sin que el paso de los años borre el conocimiento de este hecho, o por lo menos lo haga desaparecer la humildad y oscuridad de las partes que tal desgracia tienen.".
"Toda persona limpia de sangre manchada es definida por la ley como cristiano viejo, limpio de toda mala raza y mancha. La severidad de esta ley es tal que cierra a sus víctimas las puertas de cualquier empleo en la Iglesia o el Estado y las excluye hasta de las cofradías y hermandades religiosas que sin embargo están abiertas a las clases más humildes.
"Es un hecho que muchas de las grandes familias aristocráticas de este país derivan buena parte de su sangre de moros y judíos. Sus respectivos árboles genealógicos han sido dibujados hasta esas ramas cancerosas en un libro manuscrito que ni la amenaza del Gobierno ni el miedo a la Inquisición han sido capaces de eliminar. Me refiero al Tizón de España".
Francisco de Mendoza y Bobadilla: El tizón de la nobleza española
El Rey al recibirlo pidió que se investigara el asunto de la investidura así como lo que se informaba en el memorial, lo que promovió una coalición de la nobleza en contra del cardenal exigiendo satisfacciones y que se retractara, pero la Inquisición que también tomó en el asunto, y aquí si tenía mano el Cardenal Mendoza, exculpó al mismo y Felipe II harto de tanto escándalo ordenó se archivara el memorial, que después se difundió en forma de libelo, dando a que los nobles dijeran que eso nunca lo había escrito Mendoza, sino un escritorzuelo ansioso de dinero fácil.
Sin embargo, corrió clandestinamente por medio de copias manuscritas, y fue llamado por el vulgo “El Tizón de la Nobleza de España», sin que tal nombre fuera impuesto por su autor, y sorprende que, siendo documento interesantísimo y digno de estudio, no haya sido hasta la fecha objeto de una edición crítica que compruebe la veracidad de sus afirmaciones.
Como curiosidad, la mayor parte de la nobleza descendía (por los matrimonios entre ellos) de un judío converso almojarife de la reina Urraca de Castilla llamado Ruy Capón o de una "doncella de alegre vida" llamada Isabel Droklin, manceba del obispo Pedro de Castilla e hija de un albañil inglés y de una "espulga-manteles". No se le pudo perseguir por lo que decía en el libro pues ninguna de las afirmaciones que hacía era falsa.